viernes, 1 de marzo de 2024

CICLO TAN-CAM-PAN-TE: El poeta en el registro sonoro - Juan José Severino / Museo-Taller (1959)



CICLO: El poeta en el registro sonoro [I] / Juan José Severino – Museo Taller (1959)

 

Este curioso L.P. (long play / larga duración) que presentamos, pertenece a una categoría de álbum homenaje, un trabajo que por lo general recopila interpretaciones de amigos o admiradores de una persona ya fallecida. En algunos casos también se pueden incluir registros grabados (éditos o inéditos) del celebrado, o composiciones ajenas que alaban la memoria del difunto. 

“Juan José Severino – Museo Taller” es un raro trabajo del cual por el momento ha sido difícil encontrar alguna mención o nota que hable o esclarezca la producción de dicho trabajo. Por lo pronto podemos plantear una serie de hipótesis sobre la génesis del mismo que podrán ser revisadas o modificadas en un futuro próximo, de encontrar información que ratifique el planteo aquí realizado.

Severino es recordado como un fino escultor, tallador y medallista, grabador, docente, dramaturgo y escenógrafo teatral, pionero en el cine silente nacional, actor, ambientador, luminotécnico y por supuesto, también poeta.

Comencemos con los pocos datos de que disponemos y que están en el propio disco.

Lo primero que notamos es que la etiqueta dice: “Hecho en Venezuela”, bajo la edición del sello VEGA, que no es otra que la caraqueña Venezolana de Grabaciones C.A.

Un detalle curioso en principio, es que desde este país se produzca dicho homenaje a  la figura de Severino Aita. Y aquí conviene recordar que su hijo menor, Ariel Adonis Severino Franchi viajó a Venezuela a fines del 40 con el equipo de producción del cineasta argentino Carlos Christensen, para realizar la reconocida película “La Balandra Isabel llegó esta tarde” (1950). Ariel quedó en el país trabajando en cine, televisión, escenografía, siendo reconocidos sus trabajos de grabado en metal y pintura. De esta manera siguió esa faceta multidisciplinaria que caracterizara a su padre.

Ariel trabajó junto a Juan, participando en obras de teatro infantil escritas por J.J. Severino, incluso actuando en el pionero cine mudo uruguayo, realizando el papel de Dionisio Díaz, en “El pequeño héroe del Arroyo del Oro” (1929) junto a un elenco que incluía a su padre interpretando al abuelo criminal. Allí también participaría la figura del joven Alberto Candeau, que oiremos en este álbum.

Si bien el álbum carece de información que señale algún dato sobre la producción del mismo, no sería descabellado imaginar que fue su hijo menor quién ideo y financió dicho trabajo. Por su trabajo en el cine y la televisión tendría los contactos necesarios para realizar este larga duración en el sello VEGA.

En un disco se llama “galleta” al espacio que hay entre el último surco grabado y el agujero central de anclaje del mismo en el reproductor. Dentro de ese espacio se suele colocar la etiqueta con la información concerniente al álbum. Por lo general entre la etiqueta y el último surco grabado se talla información, muchas veces a mano con un punzón, escribiendo el número de matriz, el lado y la fecha de fabricación. Allí se puede observar que dicho álbum fue fabricado el 30 de setiembre de 1959, a tres años del fallecimiento de Juan José.

Los audios incluidos en la CARA 1 (VEGA 137)  es probable que se hayan registrado en Montevideo, al menos aquellos que refieren a las voces de Alberto Candeau (Camino de la noche larga, Candombe) Humberto Nazzari (Soñando, Razonando), Ramón Otero (Triste, Primavera (1917)) y Enrique Guarnero (Aquellos pueblos, Una lágrima), antiguos amigos de Severino padre, pertenecientes al mundo del teatro, de la cooperativa AETU (Asociación de Escritores Teatrales del Uruguay), la Comedia Nacional, del cine etc.

Estos actores realizan la puesta en voz de textos que asumimos pertenecen a Severino ya que en la etiqueta del L.P. solamente se señalan los títulos y quienes los interpretan.

Además de estos actores y amigos uruguayos, se incluyen dos lecturas realizadas por Tomás Henriquez (Arando el camino, Iniciación del camino), figura mítica del teatro, la radio, el cine, la televisión y la locución venezolana, quién se conocía con Ariel desde la filmación de “La Balandra Isabel llegó esta tarde”.

Damos por descontado que dicha grabación se hizo en Caracas, al igual que la CARA 2 (VEGA 138), que está íntegramente ocupada por la seductora voz de Norma Suárez.

Norma Alicia Suárez Portillo, uruguaya, esposa de Ariel, por lo tanto nuera de Juan José (de la que no hemos recuperado mayores datos) despliega un importante protagonismo en este álbum, con la lectura de tres textos. Dos que podemos atribuir a Severino Aita: “Canción sin palabras” y “España cantará mañana” y un tercero titulado  “A Juan José”.

Éste último está señalado como perteneciente a Humberto T. Pereira. Este Humberto (errata castellanizada del nombre, que se repetirá en la antología de Puentes de Oyenard: “Uruguay y su poesía infantil”, I.M.T. 1979) no es otro que el poeta y profesor de historia puntaesteño Umberto T. Pereira, autor del libro “Poemas de Punta del Este” (1957) y articulista en revistas pedagógicas como “El Grillo”.

El dato de la autoría pare este poema reivindica la idea de que el resto de los textos pertenecen a J.J. Severino, sin embargo de momento no hemos podido hallar ediciones de poesías impresas que le pertenezcan. Sabemos que Severino fue autor de numerosas obras de teatro infantil, como por ejemplo: “El reino de Tontolintón” (Montevideo, 1951), “La muñequita de trapo” (Montevideo, 1944) o “Que se acaben los pobres del mundo” (Montevideo, 1941). Sobre esta última obra, en una reseña aparecida en El Bien Público (14 diciembre 1941, p.7) se la señala como “poema teatral”. La nota también menciona a su hijo Ariel, como responsable de la escenografía. La obra fue llevada a la puesta escénica por el recordado conjunto “La Isla de los Niños”, celebrado grupo de teatro infantil dirigido por el mítico Atahualpa del Cioppo.

De forma tenue y difuminada pueden escucharse tras las diversas puestas en voz, breves destellos de ambientación sonora, seguramente de grabaciones pre existentes, fragmentos de piezas instrumentales, que acompañan los siguientes textos: Camino de la noche larga, Soñando, Triste, Arando el camino, Razonando, Una lágrima, Iniciación del camino, A Juan José, Canción Sin Palabras y España cantará mañana. El origen y autoría de las mismas no es señalado en el álbum.

Sólo Aquellos pueblos, en la voz de Enrique Guarnero y Candombe, en la voz de Alberto Candeau, mantienen el registro limpio de la voz. Podemos suponer que esta sonororización fue un agregado posterior, durante la edición del álbum, algo que estaba dentro de los estándares de la poesía grabada de la época.

Finalmente, la poética de Severino permanece dispersa y desconocida. Imaginamos que estos textos pertenecerían al acerbo de la familia, pero no sabemos si forman parte de un poemario, de diferentes “poemas teatrales”, de una obra acumulada a lo largo del tiempo, editada o inédita.

La variada obra de Severino ha sufrido de un “fenómeno de disgregación”, que al igual que sus experticias, son tanto inmensas como variadas. Este álbum sirve para vislumbrar otra de sus facetas, la poética, que presenta una sumatoria de inquietudes en un prolífico artista. Su bajo perfil, su autonomía autodidacta, su final laboral en el interior (profesor de artes plásticas en el liceo de Maldonado, desde 1945) tal vez han complotado para que su trabajo haya quedado por fuera del mainstream nacional.

Leyendo el “Diario de Sesiones de la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, Tomo 510, Números 112 a 131, Mayo y Junio de 1956”, encontramos un interesante Proyecto de Ley presentado por el novel diputado por el Partido Nacional, Enrique Erro. En la página 497 de dicho Diario leemos: “Obras del artista Juan J. Severino. Declárese  bien nacional. Proyecto de Ley”.

Un proyecto con 8 artículos pero tal vez demasiado ambicioso, que incluía adquisición de obra, pensión vitalicia a la viuda y la construcción de un Museo en la propiedad de la familia. Seguramente el legislador que transitaba su primer período como político parlamentario (venía del mundo del periodismo) no presentó un proyecto conciso y práctico que fuera lo suficientemente atractivo para el universo político.

Revisando el Tomo 515 del Diario de Sesiones que incluye todos los Proyectos aprobados durante el año 1956, no encontramos el Proyecto de Erro.

La esposa de Severino, Aida Franchi fallece en 1966 y su hijo Ariel lo hace al año siguiente durante el fatídico terremoto de Caracas de 1967. Del hijo mayor, Emerson Ruben, pocos datos tenemos y no hemos encontrado de momento alguna información que afirme la concreción de la idea del museo.

Respecto al larga duración (prensado en diferentes pastas de policloruro de vinilo, la clásica negra y azul transparente) conocemos dos ejemplares del mismo dedicados y firmados por su hijo Ariel, uno en 1960 y otro de 1964. Imagino que esta edición homenaje tuvo una distribución personal antes que comercial.

El arte de tapa incluye una semblanza biográfica del escritor, periodista, crítico de teatro y cine uruguayo Arturo Despouey y otra más breve del periodista Eduardo Colinet..

La reseña de Despouey, escrita a tres años de la muerte de Juan Severino, resulta llamativa en un aspecto, el comentario que dice: “(…) en ciertos cuadros de Severino; esa luz que no es de esta tierra, que nunca ha salido como es en las reproducciones de sus escenas de la Pasión y sus entierros y que Severino no pudo recrear sino por puro instinto y prosciencia, ya que –repitámoslo- nunca salió de su patria.” (Resalte propio)

Es de imaginar que este comentario podría pretender corregir obituarios que fueron publicados a la muerte de Severino, en los que manejaban el dato de sus viajes o presencia en el extranjero con cierta ambigüedad.

Supongo también que el álbum debió contar con la curadoría de su hijo Ariel y que de alguna manera, esta reseña contaba con su aval.

La biografía de Juan José Severino merece un apunte aparte. Por lo   que vemos por Despouey, esta personalidad de bajo perfil, propició en algún momento darle a algún obituario cierto vuelo poético que de alguna manera faltaba a la verdad.

Con el correr del tiempo y la facilidad de publicar en la Red datos biográficos, que suponemos bien intencionados, se ha dado un curioso efecto que es el de encontrar replicada, una biografía que mixtura las vidas de Juan José Severino Pose Ambrois y la de Juan Jose Severino Aita. Ambos artistas uruguayos, escultores y talladores, nacidos en Montevideo, el primero en1894 y el segundo en 1893. Un equívoco que podría surgir de la confusión de que el primero tiene por nombre Juan José Severino, siendo apellidado como Pose Ambrois, mientras que el segundo se llama Juan José y se apellida Severino Aita.

Además hemos encontrado biografías de Severino que confunden la data de fallecimiento con la de su hijo Ariel. Juan José fallece en Maldonado producto de una enfermedad en 1956, mientras que su hijo Ariel, fallece en Caracas durante el terremoto de 1967.

En alguna biografía de Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco (aka Atahualpa del Cioppo) actor, director y periodista amigo de Juan José, he visto que se le atribuyen la autoría de obras de teatro infantil, que el propio Del Cioppo las señala como pertenecientes a Severino.

En fin, una sumatoria de errores multiplicados por un copie y pegue despreocupado o poco exigente. Por ello adjuntamos un anexo documental, con recortes de prensa, que de alguna manera ayuden a esclarecer, la interesante figura de Juan José Severino, un artista multiforme.

ANEXO DOCUMENTAL a propósito de la bibliografía de Juan José Severino Aita