domingo, 7 de octubre de 2018

TAN-CAM-PAN-TE / N°7 - asrevni acitéop anU



TAN CAM PAN TE n°7 / asrevni acitéop anU

Julio Inverso (1963-1999) fue sin dudas uno de los poetas más interesantes de la generación montevideana de los noventa. Alcanzó a publicar en vida cuatro libros (Falsas criaturas, 1992; Agua Salvaje, 1995; Milibares de la tormenta, 1996; Más lecciones para caminar por Londres, 1999) y obtuvo el Premio Municipal de Narrativa Inédita (1996). Luego de su muerte varias editoriales han ido reeditando y publicando gran cantidad de poemarios inéditos.
Después claro, su mito-historia empieza a desdibujarse, los chacales de siempre buscan apropiarse de un abrazo, de una fotografía borrosa, de anécdotas que no se pueden comprobar. Muchos han querido trizarlo para obtener un fragmento de la mística con la que siempre se envuelven los suicidas.
En todo caso y volviendo al tema, para Inverso la creación literaria  no terminaba cuando finalizaba su escritura, sino que necesitaba a otra persona que la leyera o escuchara para poder cerrar el círculo poético. En un momento determinado y debido a la dificultad que encontraba para hallar editores que se interesaran por su obra, una época en que la Internet apenas se esbozaba, el propio Julio comenzó a buscar formas alternativas para distribuir su trabajo que comenzaba a amontonarse en los cajones del escritorio. Él  mecanografiaba y regalaba a sus amigos lo que ahora llamaríamos “librillos de autor” que contaban en algunos casos con tapas compuestas con collages que el mismo confeccionaba. Plaquetas artesanales que pasaban de mano en mano, que se fotocopiaban una y otra vez (al igual que sus libros publicados) fueron alimentando esa mística que habla del poeta oscuro y subterráneo. 
En esta militancia por dar a conocer su obra, la puesta en voz de sus textos adquirió una singular relevancia.
Este proyecto tenía dos facetas bien definidas, por un lado el espectáculo en directo, del cual él era muy consciente y muy meticuloso a la hora de preparar la puesta en escena. En una entrevista grabada que le realizara Eduardo de Souza, Julio decía: “... yo insistiría en el estado de ánimo, el estado de ánimo previo que a vos te permite zambullirte en lo que es el mar de la poesía… el espectáculo que estoy haciendo ahora, yo le decía ayer a la gente que la impresión que tenemos que dar, el ambiente, el clima que tenemos que generar, es como un clima intrauterino, nada de rechinar ni de poner cosas que sean agresivas o contradictorias, hacer como un especie de remanso, que ahí la gente pueda ir y se sienta bien, como si estuvieran en el útero, nosotros tenemos que lograr eso…”
El otro aspecto de la difusión de su obra mediante la puesta en voz tiene que ver con su simpatía por la cultura casete. Un universo explotado en aquellos años por las bandas del under-punk, que alejadas del sistema de producción y difusión comercial se impregnarían del espíritu D.I.Y. (do it yourself / hazlo tu mismo) armando fanzines fotocopiados, grabando sus músicas en pequeños estudios o de manera casera, editándolos en casetes, siendo distribuidos en toques y ferias alternativas, dónde se conseguían remeras, pines, parches y todo el “merchandising” subte, que podía venderse o en muchos casos trocarse por otras producciones.
En el ámbito literario y en particular el poético también se absorben elementos de la cultura D.I.Y. apareciendo fanzines por fuera del mercado editorial, las fotocopias y los viejos mimeógrafos son usados para producir librillos, hojas plegadas y plaquetas. Sin embargo el casete no fue un soporte explotado por los poetas en esos años.
Julio Inverso en este sentido fue un caso aislado, ya que intuyó la posibilidad de distribuir a través de este medio, su obra llevada al soporte oral.
De modo muy primitivo lograba diferentes efectos interesantes, a veces su lectura mimética, otras usando música de fondo, también haciendo collages sonoros grabados desde la televisión, editando mediante un doble casetero, explotando de manera artesanal con los elementos que tenía a mano las diversas posibilidades. Textos al azar, poemarios, programas imaginarios de radio, cartas sonoras, todas estas formas eran interpretadas por Julio. A veces distribuía cintas únicas, en otros casos realizaba varias copias que regalaba entre sus amistades.
Hace unos cuantos años atrás en el 2011 comencé un proyecto (siempre en proceso de mejora) que contó con la invalorable ayuda de Luis Bravo y Eduardo de Souza, la idea consistía en construir un blog llamado: “Las cintas de Juan Morgan” (http://lascintasdejuanmorgan.blogspot.com) para alojar allí audios, digitalizando casetes grabados por Julio que generosamente nos fueron prestando sus amigos. Los casetes fueron grabados utilizando cintas usadas, con grabadoras no profesionales, casetes escuchados infinitas veces, los que nos permitieron recuperar un archivo que conforma un corpus sonoro, de calidad regular, pero invalorable a la hora de completar la obra producida por Inverso.
Julio, parodiando a su alter-ego Juan Morgan, escribía / grababa lo siguiente: "La experimentación de Morgan no tenía fin. Escribía en tarjetas, pegaba fotografías con textos, escribía en forma automática, releía lo escrito, lo grababa y lo escuchaba, corregía o tiraba sin corregir." La ficción de su escritura se entremezcla con su biografía, lo real con la fantasía, hechos concretos con sueños borrosos de narcosis. El poeta devela, la poesía nos habla.

FICHA DEL AUDIO

Baile de soñadores / casete Marcos Wassem
Capítulo 28 / casete Marcos Wassem
Chocar en Paysandú / casete Eduardo de Souza
Fragmento de S.O.S. Altos del piso / casete Kildina Veijacic
Fragmento de Diario de un agonizante / casete Celeste Paiva
Dicta Karl Marx / casete María Gravina
Juan Morgan, poeta / casete Héctor Bardanca
Morgan dijo / casete María Gravina
Poeta negro - poeta blanco / casete Gabriela Bernardi
Te traje los pájaros / casete Gabriela Bernardi
Una puerta se abrió / casete Eduardo de Souza
Una vez vi un graffiti / casete María Gravina
Mi muerte espera / casete Eduardo de Souza

Cintas casetes sin datar, digitalizadas en el labOratorio, Maldonado.
El único casete fechado fue el brindado por Celeste Paiva – 24/12/1992
Foto de flyer sin detalle de autor.

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