TAN
CAM PAN TE n°7 / asrevni acitéop anU
Julio Inverso
(1963-1999) fue sin dudas uno de los poetas más interesantes de la generación montevideana
de los noventa. Alcanzó a publicar en vida cuatro libros (Falsas criaturas, 1992; Agua
Salvaje, 1995; Milibares de la
tormenta, 1996; Más lecciones para
caminar por Londres, 1999) y obtuvo el Premio Municipal de Narrativa
Inédita (1996). Luego de su muerte varias editoriales han ido reeditando y
publicando gran cantidad de poemarios inéditos.
Después
claro, su mito-historia empieza a desdibujarse, los chacales de siempre buscan
apropiarse de un abrazo, de una fotografía borrosa, de anécdotas que no se
pueden comprobar. Muchos han querido trizarlo para obtener un fragmento de la
mística con la que siempre se envuelven los suicidas.
En
todo caso y volviendo al tema, para Inverso la creación literaria no terminaba cuando finalizaba su escritura,
sino que necesitaba a otra persona que la leyera o escuchara para poder cerrar
el círculo poético. En un momento determinado y debido a la dificultad que
encontraba para hallar editores que se interesaran por su obra, una época en
que la Internet apenas se esbozaba, el propio Julio comenzó a buscar formas alternativas
para distribuir su trabajo que comenzaba a amontonarse en los cajones del
escritorio. Él mecanografiaba y regalaba
a sus amigos lo que ahora llamaríamos “librillos de autor” que contaban en
algunos casos con tapas compuestas con collages que el mismo confeccionaba. Plaquetas
artesanales que pasaban de mano en mano, que se fotocopiaban una y otra vez (al
igual que sus libros publicados) fueron alimentando esa mística que habla del
poeta oscuro y subterráneo.
En
esta militancia por dar a conocer su obra, la puesta en voz de sus textos
adquirió una singular relevancia.
Este
proyecto tenía dos facetas bien definidas, por un lado el espectáculo en
directo, del cual él era muy consciente y muy meticuloso a la hora de preparar
la puesta en escena. En una entrevista grabada que le realizara Eduardo de
Souza, Julio decía: “... yo insistiría en
el estado de ánimo, el estado de ánimo previo que a vos te permite zambullirte
en lo que es el mar de la poesía… el espectáculo que estoy haciendo ahora, yo
le decía ayer a la gente que la impresión que tenemos que dar, el ambiente, el
clima que tenemos que generar, es como un clima intrauterino, nada de rechinar
ni de poner cosas que sean agresivas o contradictorias, hacer como un especie
de remanso, que ahí la gente pueda ir y se sienta bien, como si estuvieran en
el útero, nosotros tenemos que lograr eso…”
El
otro aspecto de la difusión de su obra mediante la puesta en voz tiene que ver
con su simpatía por la cultura casete. Un universo explotado en aquellos años
por las bandas del under-punk, que alejadas del sistema de producción y
difusión comercial se impregnarían del espíritu D.I.Y. (do it yourself / hazlo tu mismo) armando fanzines fotocopiados,
grabando sus músicas en pequeños estudios o de manera casera, editándolos en
casetes, siendo distribuidos en toques y ferias alternativas, dónde se
conseguían remeras, pines, parches y todo el “merchandising” subte, que podía venderse o en muchos casos trocarse
por otras producciones.
En
el ámbito literario y en particular el poético también se absorben elementos de
la cultura D.I.Y. apareciendo fanzines por fuera del mercado editorial, las fotocopias
y los viejos mimeógrafos son usados para producir librillos, hojas plegadas y
plaquetas. Sin embargo el casete no fue un soporte explotado por los poetas en
esos años.
Julio
Inverso en este sentido fue un caso aislado, ya que intuyó la posibilidad de
distribuir a través de este medio, su obra llevada al soporte oral.
De
modo muy primitivo lograba diferentes efectos interesantes, a veces su lectura
mimética, otras usando música de fondo, también haciendo collages sonoros
grabados desde la televisión, editando mediante un doble casetero, explotando
de manera artesanal con los elementos que tenía a mano las diversas
posibilidades. Textos al azar, poemarios, programas imaginarios de radio,
cartas sonoras, todas estas formas eran interpretadas por Julio. A veces
distribuía cintas únicas, en otros casos realizaba varias copias que regalaba
entre sus amistades.
Hace
unos cuantos años atrás en el 2011 comencé un proyecto (siempre en proceso de
mejora) que contó con la invalorable ayuda de Luis Bravo y Eduardo de Souza, la
idea consistía en construir un blog llamado: “Las cintas de Juan Morgan” (http://lascintasdejuanmorgan.blogspot.com) para
alojar allí audios, digitalizando casetes grabados por Julio que generosamente
nos fueron prestando sus amigos. Los casetes fueron grabados utilizando cintas
usadas, con grabadoras no profesionales, casetes escuchados infinitas veces, los
que nos permitieron recuperar un archivo que conforma un corpus sonoro, de
calidad regular, pero invalorable a la hora de completar la obra producida por Inverso.
Julio,
parodiando a su alter-ego Juan Morgan,
escribía / grababa lo siguiente: "La
experimentación de Morgan no tenía fin. Escribía en tarjetas, pegaba
fotografías con textos, escribía en forma automática, releía lo escrito, lo
grababa y lo escuchaba, corregía o tiraba sin corregir." La ficción de
su escritura se entremezcla con su biografía, lo real con la fantasía, hechos
concretos con sueños borrosos de narcosis. El poeta devela, la poesía nos
habla.
FICHA
DEL AUDIO
Baile
de soñadores / casete Marcos Wassem
Capítulo
28 / casete Marcos Wassem
Chocar
en Paysandú / casete Eduardo de Souza
Fragmento
de S.O.S. Altos del piso / casete Kildina
Veijacic
Fragmento
de Diario de un agonizante / casete
Celeste Paiva
Dicta
Karl Marx / casete María Gravina
Juan
Morgan, poeta / casete Héctor Bardanca
Morgan
dijo / casete María Gravina
Poeta
negro - poeta blanco / casete Gabriela
Bernardi
Te
traje los pájaros / casete Gabriela
Bernardi
Una
puerta se abrió / casete Eduardo de Souza
Una
vez vi un graffiti / casete María Gravina
Mi
muerte espera / casete Eduardo de Souza
Cintas
casetes sin datar, digitalizadas en el labOratorio,
Maldonado.
El
único casete fechado fue el brindado por Celeste Paiva – 24/12/1992
Foto
de flyer sin detalle de autor.
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