CICLO:
El poeta en el registro sonoro [I] / Juan José Severino – Museo Taller (1959)
Este curioso L.P. (long play / larga duración) que presentamos, pertenece a una categoría de álbum homenaje, un trabajo que por lo general recopila interpretaciones de amigos o admiradores de una persona ya fallecida. En algunos casos también se pueden incluir registros grabados (éditos o inéditos) del celebrado, o composiciones ajenas que alaban la memoria del difunto.
“Juan José Severino – Museo Taller” es un raro trabajo del cual por el momento ha sido difícil encontrar alguna mención o nota que hable o esclarezca la producción de dicho trabajo. Por lo pronto podemos plantear una serie de hipótesis sobre la génesis del mismo que podrán ser revisadas o modificadas en un futuro próximo, de encontrar información que ratifique el planteo aquí realizado.
Severino es recordado como un fino escultor, tallador y medallista, grabador, docente, dramaturgo y escenógrafo teatral, pionero en el cine silente nacional, actor, ambientador, luminotécnico y por supuesto, también poeta.
Comencemos con los pocos datos de que
disponemos y que están en el propio disco.
Lo primero que notamos es que la
etiqueta dice: “Hecho en Venezuela”, bajo la edición del sello VEGA, que no es
otra que la caraqueña Venezolana de
Grabaciones C.A.
Un detalle curioso en principio, es que
desde este país se produzca dicho homenaje a la figura de Severino Aita. Y aquí conviene
recordar que su hijo menor, Ariel Adonis Severino Franchi viajó a Venezuela a
fines del 40 con el equipo de producción del cineasta argentino Carlos
Christensen, para realizar la reconocida película “La Balandra Isabel llegó
esta tarde” (1950). Ariel quedó en el país trabajando en cine, televisión, escenografía,
siendo reconocidos sus trabajos de grabado en metal y pintura. De esta manera
siguió esa faceta multidisciplinaria que caracterizara a su padre.
Ariel trabajó junto a Juan, participando
en obras de teatro infantil escritas por J.J. Severino, incluso actuando en el
pionero cine mudo uruguayo, realizando el papel de Dionisio Díaz, en “El
pequeño héroe del Arroyo del Oro” (1929) junto a un elenco que incluía a su
padre interpretando al abuelo criminal. Allí también participaría la figura del
joven Alberto Candeau, que oiremos en este álbum.
Si bien el álbum carece de información
que señale algún dato sobre la producción del mismo, no sería descabellado
imaginar que fue su hijo menor quién ideo y financió dicho trabajo. Por su trabajo
en el cine y la televisión tendría los contactos necesarios para realizar este larga
duración en el sello VEGA.
En un disco se llama “galleta” al
espacio que hay entre el último surco grabado y el agujero central de anclaje
del mismo en el reproductor. Dentro de ese espacio se suele colocar la etiqueta
con la información concerniente al álbum. Por lo general entre la etiqueta y el
último surco grabado se talla información, muchas veces a mano con un punzón,
escribiendo el número de matriz, el lado y la fecha de fabricación. Allí se
puede observar que dicho álbum fue fabricado el 30 de setiembre de 1959, a tres
años del fallecimiento de Juan José.
Los audios incluidos en la CARA 1 (VEGA
137) es probable que se hayan registrado
en Montevideo, al menos aquellos que refieren a las voces de Alberto Candeau (Camino de la noche larga, Candombe)
Humberto Nazzari (Soñando, Razonando),
Ramón Otero (Triste, Primavera (1917))
y Enrique Guarnero (Aquellos pueblos, Una
lágrima), antiguos amigos de Severino padre, pertenecientes al mundo del
teatro, de la cooperativa AETU (Asociación
de Escritores Teatrales del Uruguay), la Comedia Nacional, del cine etc.
Estos actores realizan la puesta en voz
de textos que asumimos pertenecen a Severino ya que en la etiqueta del L.P.
solamente se señalan los títulos y quienes los interpretan.
Además de estos actores y amigos
uruguayos, se incluyen dos lecturas realizadas por Tomás Henriquez (Arando el camino, Iniciación del camino),
figura mítica del teatro, la radio, el cine, la televisión y la locución venezolana,
quién se conocía con Ariel desde la filmación de “La Balandra Isabel llegó esta
tarde”.
Damos por descontado que dicha grabación
se hizo en Caracas, al igual que la CARA 2 (VEGA 138), que está íntegramente
ocupada por la seductora voz de Norma Suárez.
Norma Alicia Suárez Portillo, uruguaya,
esposa de Ariel, por lo tanto nuera de Juan José (de la que no hemos recuperado
mayores datos) despliega un importante protagonismo en este álbum, con la
lectura de tres textos. Dos que podemos atribuir a Severino Aita: “Canción sin
palabras” y “España cantará mañana” y un tercero titulado “A Juan José”.
Éste último está señalado como
perteneciente a Humberto T. Pereira. Este Humberto (errata castellanizada del
nombre, que se repetirá en la antología de Puentes de Oyenard: “Uruguay y su
poesía infantil”, I.M.T. 1979) no es otro que el poeta y profesor de historia puntaesteño Umberto T. Pereira, autor
del libro “Poemas de Punta del Este” (1957) y articulista en revistas
pedagógicas como “El Grillo”.
El dato de la autoría pare este poema
reivindica la idea de que el resto de los textos pertenecen a J.J. Severino,
sin embargo de momento no hemos podido hallar ediciones de poesías impresas que
le pertenezcan. Sabemos que Severino fue autor de numerosas obras de teatro
infantil, como por ejemplo: “El reino de Tontolintón” (Montevideo, 1951), “La
muñequita de trapo” (Montevideo, 1944) o “Que se acaben los pobres del mundo” (Montevideo,
1941). Sobre esta última obra, en una reseña aparecida en El Bien Público (14 diciembre 1941, p.7) se la señala como “poema
teatral”. La nota también menciona a su hijo Ariel, como responsable de la
escenografía. La obra fue llevada a la puesta escénica por el recordado
conjunto “La Isla de los Niños”, celebrado grupo de teatro infantil dirigido
por el mítico Atahualpa del Cioppo.
De forma tenue y difuminada pueden
escucharse tras las diversas puestas en voz, breves destellos de ambientación
sonora, seguramente de grabaciones pre existentes, fragmentos de piezas
instrumentales, que acompañan los siguientes textos: Camino de la noche larga, Soñando, Triste, Arando el camino, Razonando,
Una lágrima, Iniciación del camino, A Juan José, Canción Sin Palabras y España
cantará mañana. El origen y autoría de las mismas no es señalado en el
álbum.
Sólo Aquellos
pueblos, en la voz de Enrique Guarnero y Candombe, en la voz de Alberto Candeau, mantienen el registro
limpio de la voz. Podemos suponer que esta sonororización fue un agregado
posterior, durante la edición del álbum, algo que estaba dentro de los
estándares de la poesía grabada de la época.
Finalmente, la poética de Severino
permanece dispersa y desconocida. Imaginamos que estos textos pertenecerían al
acerbo de la familia, pero no sabemos si forman parte de un poemario, de
diferentes “poemas teatrales”, de una obra acumulada a lo largo del tiempo,
editada o inédita.
La variada obra de Severino ha sufrido
de un “fenómeno de disgregación”, que al igual que sus experticias, son tanto
inmensas como variadas. Este álbum sirve para vislumbrar otra de sus facetas,
la poética, que presenta una sumatoria de inquietudes en un prolífico artista.
Su bajo perfil, su autonomía autodidacta, su final laboral en el interior
(profesor de artes plásticas en el liceo de Maldonado, desde 1945) tal vez han
complotado para que su trabajo haya quedado por fuera del mainstream nacional.
Leyendo el “Diario de Sesiones de la
Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, Tomo 510,
Números 112 a 131, Mayo y Junio de 1956”, encontramos un interesante Proyecto
de Ley presentado por el novel diputado por el Partido Nacional, Enrique Erro.
En la página 497 de dicho Diario leemos: “Obras del artista Juan J. Severino.
Declárese bien nacional. Proyecto de
Ley”.
Un proyecto con 8 artículos pero tal vez
demasiado ambicioso, que incluía adquisición de obra, pensión vitalicia a la
viuda y la construcción de un Museo en la propiedad de la familia. Seguramente
el legislador que transitaba su primer período como político parlamentario
(venía del mundo del periodismo) no presentó un proyecto conciso y práctico que
fuera lo suficientemente atractivo para el universo político.
Revisando el Tomo 515 del Diario de
Sesiones que incluye todos los Proyectos
aprobados durante el año 1956, no encontramos el Proyecto de Erro.
La esposa de Severino, Aida Franchi
fallece en 1966 y su hijo Ariel lo hace al año siguiente durante el fatídico
terremoto de Caracas de 1967. Del hijo mayor, Emerson Ruben, pocos datos
tenemos y no hemos encontrado de momento alguna información que afirme la
concreción de la idea del museo.
Respecto al larga duración (prensado en
diferentes pastas de policloruro de
vinilo, la clásica negra y azul transparente) conocemos dos ejemplares del mismo dedicados y
firmados por su hijo Ariel, uno en 1960 y otro de 1964. Imagino que esta
edición homenaje tuvo una distribución personal antes que comercial.
El arte de tapa incluye una semblanza
biográfica del escritor, periodista, crítico de teatro y cine uruguayo Arturo
Despouey y otra más breve del periodista Eduardo Colinet..
La reseña de Despouey, escrita a tres
años de la muerte de Juan Severino, resulta llamativa en un aspecto, el
comentario que dice: “(…) en ciertos cuadros de Severino; esa luz que no es de
esta tierra, que nunca ha salido como es en las reproducciones de sus escenas
de la Pasión y sus entierros y que Severino no pudo recrear sino por puro
instinto y prosciencia, ya que –repitámoslo-
nunca salió de su patria.” (Resalte propio)
Es de imaginar que este comentario
podría pretender corregir obituarios que fueron publicados a la muerte de
Severino, en los que manejaban el dato de sus viajes o presencia en el
extranjero con cierta ambigüedad.
Supongo también que el álbum debió
contar con la curadoría de su hijo
Ariel y que de alguna manera, esta reseña contaba con su aval.
La biografía de Juan José Severino
merece un apunte aparte. Por lo que
vemos por Despouey, esta personalidad de bajo perfil, propició en algún momento
darle a algún obituario cierto vuelo poético que de alguna manera faltaba a la
verdad.
Con el correr del tiempo y la facilidad
de publicar en la Red datos biográficos, que suponemos bien intencionados, se
ha dado un curioso efecto que es el de encontrar replicada, una biografía que
mixtura las vidas de Juan José Severino Pose Ambrois y la de Juan Jose Severino
Aita. Ambos artistas uruguayos, escultores y talladores, nacidos en Montevideo,
el primero en1894 y el segundo en 1893. Un equívoco que podría surgir de la
confusión de que el primero tiene por nombre Juan José Severino, siendo
apellidado como Pose Ambrois, mientras que el segundo se llama Juan José y se
apellida Severino Aita.
Además hemos encontrado biografías de
Severino que confunden la data de fallecimiento con la de su hijo Ariel. Juan
José fallece en Maldonado producto de una enfermedad en 1956, mientras que su
hijo Ariel, fallece en Caracas durante el terremoto de 1967.
En alguna biografía de Américo Celestino
Del Cioppo Fogliacco (aka Atahualpa del Cioppo) actor, director y periodista
amigo de Juan José, he visto que se le atribuyen la autoría de obras de teatro
infantil, que el propio Del Cioppo las señala como pertenecientes a Severino.
En fin, una sumatoria de errores multiplicados por un copie y pegue despreocupado o poco exigente. Por ello adjuntamos un anexo documental, con recortes de prensa, que de alguna manera ayuden a esclarecer, la interesante figura de Juan José Severino, un artista multiforme.
ANEXO
DOCUMENTAL a propósito de la bibliografía de Juan José Severino Aita
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