TAN CAM PAN TE n°12 / Las poéticas del ritmo.
“Un facteur insolite
fait son apparition en poésie, celui de la spontanéité du sentiment, qui, par voie de
corollaire, y introduit la force percutante du langage
parlé.”
(“Un factor inusual aparece en la poesía, el de la espontaneidad del
sentimiento, que, por corolario, introduce la fuerza percutante del lenguaje
hablado") Tristán Tzara, sobre sus “Poèmes Nègres” (circa 1916)
La lógica del evento Mundial Poético de Montevideo (capitaneado por Martín Barea Mattos) apunta(la) en el ámbito de la puesta oral de
la poesía a un afincamiento de las poéticas de representación no canónica,
léanse estas como aquellas que buscan impactar en el oído y en la mirada del
espectador. Son aquellas que exploran / explotan los recursos de la verbivocovisualidad en el escenario.
Algo contrapuesto a la dicción del canon: el poeta frente al poema haciendo una
lectura mimética y respetuosa del texto. El poeta serio, adusto, casi como
un prócer, prácticamente inmóvil, la pureza de la “escritura” por sobre todas
las cosas.
En el Mundial
hay de todo por supuesto, hay cabida para todas las propuestas del discurso
poético. Pero luego de la quinta edición (del 29 de marzo al 5 de abril, 2019),
podemos asegurar que hay una especie de “política”
explícita en promover y difundir los discursos alternativos. Aquí, en esta alternatividad vemos tantas propuestas
prácticamente como participantes. Una gran variedad de estilos que hacen
imposible señalar una única tendencia. Desde el poeta que se desplaza por el
escenario, la mistura de lo rítmico y de la poesía musicada, pasando por el no uso de la amplificación hasta el despliegue
y la transformación de la voz mediante la tecnología. Esto es sin duda ese
acontecer poético que bien definiera Enzo
Minarelli en los 80´s con el nombre de “Polipoesía”.
En esta quinta edición del Mundial me llamó gratamente la atención que
incluyeran en la grilla de la programación propuestas que por lo general se
asocian al campo de la música y no al de la poesía. La murga uruguaya pocas
veces se la entiende como una genuina expresión de la puesta en voz, con una
impronta claramente juglaresca y un vestuario que hoy en día se emparenta con
la performance teatral de la vanguardia histórica. Pero además de la murga hubo
en este evento una fuerte presencia de representantes de la cultura Hip Hop y
de su principal expresión sonora: el RAP, de la mano de dos jóvenes
agrupaciones: S.A.K. (Se Armó Kokoa) y AVR. Esto se convierte en una excusa más que suficiente para proponer
una escucha panorámica y escribir sobre la aparición de este género en el
Uruguay.
El RAP (R.A.P. acrónimo de Rhythm And Poetry
o sea Poesía con ritmo) comienza a consolidarse como género en sí mismo a inicios
de los 70´s en el South Bronx en Nueva York. Una extraña fusión de la
épica-narrativa Griot africana, la cultura apropiacionista de los DeeJays, la
popularización de las primeras máquinas de samplers, los pasacasetes, música
jamaiquina, jazz, funk, soul y la larga tradición del spoken
word americano. The Watts Prophets,
The Last Poets o Gil Scott-Heron son sin duda claros
referentes de los comienzos de este género, al que terminarían dándole forma
los Ghetto Brothers o el DJ Kool Herc.
Rápidamente
el RAP asume otra dirección en la que cobra mayor importancia el MC (Maestro de ceremonias) y el DJ (Deejay) que no debe confundirse con
un DJs
(disck-jokey). En sus comienzos el MC y / o el DJ practicaban el toasting o beatboxing, modos de hablar o cantar de manera monótona sobre bases
rítmicas, por lo general animando fiestas en eventos callejeros. El uso de
fragmentos o samplers tomados
generalmente de canciones conocidas, conllevó que este género se mantuviera por
fuera del mercado oficial / comercial
de música (por infringir las leyes de copyright), moviéndose preferentemente en
circuitos alternativos o undergrounds.
Luego
en torno al RAP se fue construyendo una cultura periférica que deviene en un
universo conocido como HIP HOP (palabra de origen difuso) que suma a la música
y a la poesía del RAP, la danza, la expresión plástica, la moda en vestimenta e
incluso en el diseño automotriz personalizado como el estilo Low Rideor.
Es probable que hubiesen circulado algunos de
estos trabajos en los setenta uruguayos, pero sin duda su posible influencia en
nuestro cancionero de aquel entonces es prácticamente nula. Hay que recordar
que entre fines de los 60´s y principios de los 70´s la convulsión política
nacional y regional no tuvo cabida para posturas experimentales o de nuevas
búsquedas debido a la urgencia comunicante de una realidad que exigía (e
imponía) discursos políticamente necesarios a las circunstancias del momento.
Habrá
que esperar a 1979 a que el trío norteamericano The Sugarhill Gang lanzara el maxi-simple Rapper´s Delight (Sugar Hill Records, SH-501), una larga canción de
14 minutos y medio que rápidamente acaparó los primeros lugares en los charts
musicales de todo el mundo. Y Uruguay claro, no fue la excepción, muchos nos
enteramos de la existencia de este género mediante este hit, todos
barruntábamos con mayor o menor acierto su primera estrofa:
“I said a hip hop the hippie the
hippie
To the hip hip hop and you don't
stop
The rock it to the bang bang
boogie
Say up jump the boogie to the
rhythm of the boogie, the beat…”
Los ochentas traerían además una imaginería
construida mediante el cine o la TV, películas, seriales, ambientadas en el
Bronx, esa oscura y misteriosa palabra que nos remitirá a barrios periféricos y empobrecidos, guetos
negros llenos de rufianes y bandas callejeras, navajas, cadenas, prostitución y
droga dura, ropas y autos extravagantes sumados a una música potente que
emergía de gigantescos radio-grabadores llevados al hombro. Esto de los 80´s sería
por supuesto una evolución de esa visión previa y decadente formada por el cine
de los setentas, que curiosamente explotaría el propio circuito afro-americano
con el género Blaxploitation, mezcla
de orgullo, black power y visión comercial, de la que apenas por esos años
conoceríamos su versión más edulcorada y comercial (y no por ello mala) en las
clásicas figuras de Shaft, Cleopatra Jones, Coffe o Black Samurai. Del Soul y
el Funk setentero pasamos en los ochentas al RAP como sinónimo de marginalidad
y cultura periférica.
Seguramente ese imaginario implantado por los
mass-media haya servido para demorar su incorporación y su aceptación en el
medio cultural local, un medio que suele reivindicar un país “blanco y europeo” un país que se
“liberó” de su pesada carga indígena americana mediante el genocidio estatal.
Una imaginería que suele entroncar las variadas etnias indo americanas
pobladoras de estos territorios con el término “charrúa” y que por supuesto mira
y contabiliza a la presencia de los descendientes de las múltiples y diversas
naciones africanas que fueron traídas como mano de obra esclava durante la
colonia y las primeras décadas del período de independencia, como “apenas” un
8,1 % de la población según el censo del 2011. En Uruguay no existe la idea de
“mestizaje” extraña palabra que pareciera estar relacionada a una enfermedad
que sólo se adolece en el resto del continente.
En todo caso el RAP como propuesta y género
musical tiene una lenta pero constate filtración en nuestra música popular desde
mediados de los 80´s, curiosamente coincidente con la recuperación del sistema
democrático, que trajo aparejada una mejora paulatina en las libertades
individuales y un retraimiento rápido de la censura, principalmente en los
medios culturales.
Se me ocurre señalar el quinquenio 1985 / 1990
como un período que es caldo de cultivo para lo que podríamos llamar proto-rap. Intentos aislados, gestos
rebeldes, actitud transgresora por incluir en los repertorios algo de esa cultura marginal de la que no se sabía
muy bien que era y cómo funcionaba.
La que podríamos escuchar como la primera
versión de un proto-rap local está incluida en el tercer y último trabajo discográfico
del grupo Rumbo, una de las bandas
más importantes del llamado Canto Popular Uruguayo, que estilísticamente
fusionaba murga con ritmos del cancionero latinoamericano en un formato
acústico. 1985 año de cambio de cuño institucional, de alguna manera se vio
reflejado en el título de este disco llamado “Otro tiempo” (LP, Orfeo, SULP
90788). La propuesta estética de este álbum además de proporcionar temas como
“Al fondo de la red” o “Zumbaé” inscriptos en la línea sonora clásica que
representaba a la agrupación, incluyó también una fuerte presencia de
instrumentos eléctricos, algo que a los seguidores “fieles” de la banda
desconcertó, y más aún con temas como “La caja de jabones” o el tema que nos
compete: “De película”. Tema de base roquera pero con una impronta mu
particular de la dicción vocal, un flow
que no resultaba reconocible y que algunos tildaban de “rapero”. Ese canto
masticado, arrastrado, cercano al habla, el ritmo fuertemente marcado de la
batería, sin duda que escapaba a aquellos temas emblemáticos de esta
agrupación. Fue una pequeña sacudida por aquel entonces, en que el Canto Popular y el Rock estaban separados ideológicamente, o al menos el Canto Popular pretendía alejarse del
rock por considerarlo una pretensión imperialista de intervención cultural.
Y
Rumbo puso el dedo en la llaga con esos temas. No sé a ciencia cierta si esa
fue la idea del grupo, pero en todo caso esta banda que era una de las más
reconocidas dentro de este género, se termino separando ese mismo año.
“De
película” sin ser un RAP en regla trajo al tapete de la discusión ese género
tan extraño para los uruguayos.
Recién
en 1987 encontramos un tema grabado que lleva en su título la palara RAP, me
refiero al disco “Al natural” (LP, Orfeo, SULP 90865) segundo trabajo
discográfico de la banda Los Tontos,
banda referente del resurgimiento del rock a mediados de los ochenta. Este
álbum tenía la particularidad que el formato casete (Orfeo, SCO 90865) se
incluía dentro de una lata de arvejas. Disco de oro apenas al mes de su
lanzamiento incluye el tema “Rap de la vaca” descrito en una entrevista que les
realizaran como “…una oda al tipo urbanizado al palo que nunca vio una
vaca…come churrascos pero nunca vio una vaca.”
Este
“Rap…” tampoco hoy podríamos enmarcarlo en ese género, solamente tenemos el
gesto de vincularlo con ese estilo mediante el nombre de la canción.
Luego de varias discusiones el grupo sufre la
pérdida de su figura más representativa, su bajista y voz principal Renzo Guridi (aka Renzo Teflón)
igualmente el dúo restante sigue adelante con el proyecto del tercer disco a
nombre de la banda. León Baroncini (aka
Trevor Podargo) y Fernando Rodríguez (aka
Calvin Rodríguez) grabarán el álbum “Chau Jetón!” (LP, Orfeo, 90957-1, 1988)
que entre otros incluirá el tema “Rap del gobierno”. Ahora sí, ahora podemos
oficializar el RAP con sus características básicas reconocibles, al menos en el
fraseo de la voz rápido, claramente hablado, una experiencia que la banda no
repetirá ya que este sería su último trabajo discográfico. Posteriormente saldría
editado un CD con rarezas y grabaciones en vivo llamado “Los archivos secretos
del Dr. Teflón” y un breve retorno de la banda liderada por Guridi junto a
otros integrantes, con un inolvidable concierto en la Sala Zitarrosa en el
2000, que dio como resultado la edición del primer net-álbum uruguayo en el
2001: “Los Tontos descafeinados”.
En este periodo 1985 / 1990 que he llamado de
proto-rap se cierra para dar lugar en 1991 a la aparición del RAP propiamente
dicho, de manera muy enrevesada con raíz
uruguaya que llega desde la Argentina de la mano de un artista nacido en
la ciudad de Las Piedras y que previamente había grabado dos discos en Brasil
en 1988 y 1990 (LP, Jezzy Mel Rock, TNT Records DN 120, 1988 / LP, I'm Back
Again, TNT Records, TNT 091, 1990) con un relativo éxito y que fusionaban el
Funk, el Soul, el Pop, la música electrónica, la Disco y la estética Hip Hop (gorro
de visera, bandana, gruesas cadenas doradas, camperas deportivas, etc) con
fraseos de RAP. El corralito
económico instaurado por el flamante presidente Collor de Mello, hace que Mario Antonio Pietruszka retorne a
Buenos Aires su lugar de residencia anterior a la aventura brasilera. Por ese
entonces Mario se hacía conocer como Jezzy Mel Rock, pero ahora en su nueva
aventura porteña el productor Bernardo Bergeret se lo cambiaría por el de Jazzy Mel. Comenzó como panelista en un
programa televisivo para luego lanzar en 1991 el álbum editado por el sello
argentino ABR que llevaría por título el nombre del artista. El mismo fue un
éxito comercial vendiendo 150.000 copias. Se editó además en Chile, México y
también en Uruguay (LP, Jazzy Mel, ABR, 10700). Tuvo una fuerte presencia
mediática en la TV Argentina (por lo tanto en la uruguaya), llenó el Teatro
Ópera y realizó una exitosa gira europea con lanzamiento de remixes en España,
Francia, Alemania y Bélgica. Su segundo disco “Tócala de nuevo, Sam” (LP, Radio
KO, TLP 81009, 1992) coincide con el alejamiento sorpresivo de los medios de la
estrella indiscutida. Inesperadamente Pietruszka desaparece de la escena
musical, la explicación la dará varios años después al ser entrevistado para el
documental “Buscando a Reynolds” sobre la mítica banda experimental argentina
en la que tuvo un pasaje como invitado: “Cuando estuve en Jazzy Mel (sic) creo
que no estaba preparado. Me sentí carne de empresa y decidí escaparme.”
A pesar de la corta duración del proyecto
Jazzy Mel, alcanzó para posicionar en el Río de la Plata al RAP en la palestra
pública y demostrar su alto potencial tanto a nivel económico como de consumo
para las grandes audiencias.
Ahora bien, mientras Jazzy Mel triunfaba con
su rap de discoteca, en la vecina orilla el mismo mercado apuntaría a construir
una estética de etiqueta más “gangsta” o “rebelde de galería” (parafraseando a
la Polla Records) como los Illya Kuryaki and the Valderramas, en tanto acá todavía
habrá que esperar algunos años más para el despegue del RAP criollo.
En este ínterin cabe señalar dos producciones
alternativas, que nunca llegaron a la distribución oficial y por eso son poco
conocidas. La primera es un proyecto de banda poético-musical liderada por el
poeta Juan Fernández, que concluyó
con un álbum grabado en 1991, en la desaparecida Granja Mendizábal (casa-estudio-quinta del pintor Martín
Mendizábal) y distribuido con un tiraje muy pequeño en formato casete. Allí
podemos escuchar el tema “Rap del INAME” una institución estatal (Instituto
Nacional del Menor) reguladora de la atención de la infancia en riesgo social
creada en 1989, en sustitución del viejo Consejo
del Niño y que a su vez fuera sustituía en el 2005 por el INAU (Instituto
del Niño y el Adolescente del Uruguay) La suerte de esta institución nunca ha
sido buena y cada dos por tres estallan incidentes generalmente asociados al
mal trato que sufren los internos y al escaso interés que muestra el Estado por
aquellas áreas vinculadas al contralor de los jóvenes privados de libertad. El
texto narra la historia de un menor infractor, obviamente contada desde la
marginalidad, elige este género musical tal vez por esas asociaciones que
mencionábamos al principio entre el RAP y periferia empobrecida.
Otra banda poco conocida fue un proyecto
liderado por el ex-Tonto Renzo (Guridi) Teflón:
“Los Drinkin´Boys”. Grupo de corta duración que transitaba una fusión de
heavi-rap, que apenas tuvio algunas actuaciones en vivo y de la que quedo un
registro de ensayo de 1994, del cual tomamos el tema “Motín en el INAME”. Un
texto más crudo que el anterior, tal vez inspirado por los sucesos de 1994 que
llevaron a suprimir el penal de Miguelete
como cárcel para menores u otros motines en diversos centros reclusorios, como
el recordado motín de La Tablada en
1990, todos centros bajo la supervisión del INAME.
El RAP como género vinculado a historias que
giran en torno al mundo de la privación de libertad será algo que como veremos
más adelanten se convertirá en una constante que se mantiene como temática y ahora
también como espacio de producción.
En 1994 también verá la luz un disco para el
novel sello “Ruta 66 Records” una fugaz banda llamada Hot Jam, que grabarían “Historias de la noche” (CD, Ruta 66
Records, 1011-2) un álbum cargado de electrónica, Acid Jazz, mucho Groove Funk
y fraseos vocales hablados en varios idiomas, muchas veces cercanas al rapeado,
con varios vocalistas como invitados, incluida la estrella del basquetbol local
Jeff Granger .
1995 es un año clave para de alguna manera
mojonar definitivamente el afincamiento del RAP en nuestra toponimia sonora. El
RAP dejará de ser un detalle para convertirse en un movimiento al que
paralelamente se le irá edificando en su alrededor toda la cultura del Hip Hop local.
En
diciembre de ese año el sello Orfeo publica el álbum “El Peyote Asesino” (CD, Orfeo,
CDO 099-2) perteneciente a la banda de igual nombre, ese disco es la pieza
angular que dará comienzo a una rápida y arrolladora difusión e integración de
este género en nuestro medio. Grupo claramente influenciado por la banda
norteamericana Beasty Boys,
desarrollaron un estilo más cercano a la fusión hardcore-rap, lo que les llevo
a decir al principio de su carrera que ellos hacían “rap blanco”. Curiosa frase
si las hay, con un dejo de racismo naif tal vez dicha sin mala intención pero
que no deja de ser un intento precario para diferenciarse de ese imaginario
marginal del que ya hablamos al principio.
El Peyote Asesino
será una banda de referencia durante su permanencia en el medio, luego sus
integrantes seguirán sendas carreras solistas o vinculadas a otros proyectos
colectivos de relevancia para nuestra música.
Otra de las bandas pioneras de RAP será sin
lugar a dudas Plátano Macho, grupo
que operaba desde mediados de los 90 pero que recién verá a luz su primer
fonograma en el año 1998: “The Perro Convention” lanzado por el sello argentino
Polygram (CD, PolyGram – 536895-2).
Un dato interesante de este período es que se
volverá a utilizar el idioma inglés en las letras; el rock nacional que había
abandonado su uso a fines de los sesenta por considerarlo un síntoma de
dependencia colonial, verá ahora su regreso como recurso estilístico no sólo del
género sino también como símbolo de transculturación y globalización.
Si bien el RAP ahora aparece como
“institucionalizado” y ya no es una rareza, se mantendrá durante una década más
como un espacio o género vinculado a los espacios under. Las bandas ahora comenzaran a formar cooperativas para poder
editar sus álbumes, trabajarán para sellos independientes o auto gestionados.
La Teja Pride (hoy llamada: tejapride*)
es uno de estos referentes que se han mantenido desde sus comienzos en 1997 y
que han ido creciendo y ampliando su margen de acción, obteniendo
reconocimiento a través de la obtención de varios Premios Graffiti e incluso un
Florencio por la musicalización de una obra de teatro.
Los fines de los 90´s verán proyectos
colectivos como el álbum “Sudacas en guerra. Volumen 1” con grupos como VDS (Víctimas del Sistema), Último Xiclón, El Lado Oscuro, D-Mente,
Pirex o los propios Sudacas en Guerra, todos ellos MCs o
bandas que produjeron este disco lanzado en 1999 por el sello Indoblegable
Music.
A fines del 2000 se verá otro compilado
cooperativo: “Oeste ProFunk”, integrado por bandas como Contra las cuerdas, La Teja Pride o MCs como Canona o Drr VI (aka Barragán) editado también de manera
independiente.
De aquí en más el género RAP se afianzará al
igual que toda su periferia de cultura Hip Hop, los estilos del RAP criollo
abarcan variedades disímiles, desde los MCs con sus rimas estructuradas a
aquellos que prefieren el Freestyle o
la batalla de gallos. También el
apoyo musical va desde la clásica banda, pasando por el Turntablist o DJ e
incluso por uno o varios beatboxer.
El flow del rapero puede ser en
castellano o incluir otros idiomas, en general el inglés o el intercalado de
diferentes tipos de argot o coloquialismos como por ejemplo el espanglish. También es posible encontrar
fraseos que reproducen pronunciaciones y acentos diferentes a las rioplatenses,
en muchos casos producto de imitaciones que definen la estética del solista o la banda.
La propuesta básica del texto rimado se
enriquece con esta variedad de abordajes y la amplia posibilidad de maridajes
de las mismas. Si bien el RAP es un producto afro-norteamericano, sus raíces
caribeñas y centroamericanas siempre han estado presentes, el Dembow es un
género asociado a la fusión de reggae y el rapeado, extremadamente bailable como
lo es también el Reguetón y el Trap.
Se puede observar que estos últimos géneros
están más vinculados a espacios comerciales, influenciados por una estética
asociada al hedonismo, al consumismo como modelo de vida y al sexismo como
práctica aceptada.
Y si bien el RAP no escapa a estas miradas, generalmente
en el Uruguay lo podemos vincular a estéticas más combativas y miradas con
profundidad y preocupación social. Al menos el RAP criollo tiene una fuerte
impronta que camina por esos senderos. A diferencia de otros estilos netamente
musicales o cantables, la hibridez que le hace oscilar entre el recitado y la
canción le ofrece más posibilidades para desarrollar una poética de contenido
ético. Experiencias de militancia femenina o de reivindicación de los espacios
que se le han negado a la mujer, encuentran en el RAP herramientas para lograr
empoderarse. Este discurso de reivindicación política de la mujer es más notorio
en el RAP que en otros géneros musicales. Hay una camada nueva de experiencias
militantes extremadamente interesantes que se han ganado un espacio en un
género, que como toda la música nacional, es bastante cerrado para admitir el
protagonismo de las mujeres. Mencionemos a la pionera Elisa Fernández (aka Eli Amic), luego a Virginia Sequeira
(aka Viki Style), Fabiana Barrios
(aka Fabik) y Eugenia Álvarez (aka Euge) estás tres últimas a su vez integran
S.A.K. (Se Armó Kokoa), la fernandina
María Olivera (aka María Feemcee),
Lucía Severino, Leticia Barrios (aka
Letix Beat) o la colombiana Camila
Yepes Valencia (aka Valencia) son
sólo algunas de las figuras que le están dando una nueva voz y presencia
femenina a la movida.
Ya hemos hablado del concepto de marginalidad
que siempre se le ha asociado al género y tal vez este sea uno de los motivos
de que el RAP encuentre aceptación y tierra fértil para desarrollarse en los
espacios de privación de libertad. Diferentes proyectos que trabajan en los
centros de reclusión ofrecen variadas actividades de enseñanza
creativo-recreativas: horticultura, oficios, deportes, enseñanza primaria o
secundaria, radio y música son algunas de las propuestas. El RAP es uno de los
géneros que naturalmente se hacen carne con los internos, ya que simplemente
con el flow o el beatboxing la experiencia cobra plenitud realizadora.
El Centro de Rehabilitación Santiago Vázquez
posee la Usina Cultural COMCAR que le brinda los internos la posibilidad para
que puedan experimentar en creación de audiovisuales o grabaciones musicales
(Diferencias invisibles, Usina Cultural COMCAR: https://www.youtube.com/watch?v=scHXG_evHgc), donde
también funciona el proyecto “Nada crece a la sombra” que entre otras
propuestas llevó talleres de RAP a dos cárceles del Instituto Nacional de
Inclusión Social Adolescente: en Colibrí (de máxima seguridad, en la que están
recluidos 33 adolescentes divididos en dos módulos alejados uno de otro) y en
Cerrito (de mínima seguridad, con dinámica de hogar granja). También realizaron
experiencias con adultos, como en la Unidad n°4 de Santiago Vázquez o la Unidad
n° 5 femenina, en la Unidad n°6 Punta Rieles. (Nada crece a la sombra: https://www.youtube.com/watch?v=eXSXh50ivEw)
(Nada crece a la sombra: Llegar a la cima https://www.youtube.com/watch?v=IWNL1G3CT2c) o
el CD lanzado en el 2016 “Nada crece a la sombra, volumen1” con canciones
creadas y producidas por los adolescentes que participaron a la largo de 2016
en los centros Cerrito y Belloni de INISA. Otro proyecto, en centros de
reclución es “Yoga y Valores en las Cárceles” que funciona en Punta Rieles, de
donde surge la figura de Federico González Canavesi (aka Kun Fu OmBijam) un interno que logrará editar “Desahogo cultural”
(CD, VIP Music Records, 2017). También el interno Julio Alvarado (aka Tata) sacará adelante su propuesta
desde un centro de reclusión, el video “El Profeta” (Usina Cultural MEC Unidad
n°4 Santiago Vázquez: https://www.youtube.com/watch?v=KdERM_ykHFc).
En el Centro de Rehabilitación de Paysandú dentro del proyecto de taller de
percusión del Programa Aprender Siempre y la Usina Cultural de Paysandú produjeron
el video “Aunque tú te vayas” creado por el grupo de internos “Sonora al
aceite” que fusiona música tropical y rap (https://www.youtube.com/watch?v=ozpPjDz9Dpc). El
valioso proyecto de Usinas Culturales permite elaborar audiovisuales o grabar
audios de forma gratuita, como el realizado por la Usina de Casavalle en el
2012, el ya mítico video clip de Aníbal González (aka Don Cony) “Yo soy Marconi” (Don Cony, Usina Cultural Casavalle: https://www.youtube.com/watch?v=6Ve8obdjCmI)
que con un flow que adquiere resonancias centroamericanas, describe y muestra
la dura realidad de los barrios periféricos.
Ya he hablado sobres las raíces afro y
latinas del RAP y he mencionado el comentario de un grupo que en una entrevista
se describían como una banda que hacían “RAP blanco”. También he hablado de la marginalización
del género, no sólo en su país de origen sino en el nuestro. También he hablado
de la pretensión de muchos, todavía hoy, de que el Uruguay sea “el país
latinoamericano más europeo del continente” Léase por ejemplo estos fragmentos
escritos (circa fines de los 60´s) por uno de los grandes personajes de la
cultura nacional como lo fue Emir Rodríguez Monegal:
“También
es exótico el Uruguay desde el punto de vista de su población… En un continente
mestizo, con grandes núcleos de población indígena que continúan viviendo como
en la época colonial y que todavía no tienen acceso a la cultura moderna, el
Uruguay es el único país latinoamericano que no tiene poblaciones indígenas y
en que ya a fines del siglo XIX los aborígenes están totalmente mezclados y diluidos
en una población predominantemente blanca y en su mayoría de origen
inmigratorio… Después de la liberación, los negros se diluyeron bastante en la
sociedad uruguaya. Aunque existen formas sutiles de discriminación, que han
sido denunciadas las autoridades y la prensa. (No hay empleados negros en las
grandes tiendas de Montevideo aunque sí hay profesionales negros), la verdad es
que la legislación uruguaya no tiene ninguna reglamentación discriminatoria. Cuando
el novelista norteamericano Richard Wright visitó Montevideo en 1949 y pidió a
sus acompañantes que lo llevaran a conocer el barrio negro, fue difícil
convencerlo de que no había tal barrio y que los negros vivían en todas partes.
Aun así, la mayor contribución de este grupo étnico al Uruguay es en el terreno
de la música, o como fuente de inspiración y tema de las fiestas populares de
Carnaval.”
La
ingenuidad de Rodríguez Monegal, su presunción naif basada en el concepto de
“dilución”, la pretensión de formar parte de una sociedad blancoeuropea misteriosamente ubicada en América del Sur pone de
manifiesto un pensamiento mágico (con leve tufillo racista) que profesan aún
hoy muchos uruguayos que no quieren ver que el tan manido europeísmo también se
diluye y fusiona en esa cosa extraña llamada “mestizaje”.
Este
breve recordatorio de que vivimos en un país racista (además de patriarcal y
clasista, entre otras cosas) sirve para entender como estamos sumados a un
modelo cultural que más que apropiacionista
es expropiasionista. Ya que aquellos
modelos culturales de resistencia desarrollados por las comunidades oprimidas
(léase negras o indoamericanas) creados para mantener una cohesión identitaria,
han terminado siempre siendo fagocitados por la hegemonía de la cultura blanca
dominante. La música, por ejemplo, es un lugar en dónde se aprecia fácilmente
esa expropiación y por supuesto que ni el Uruguay ni el RAP serán una excepción.
La
comunidad afro-uruguaya cuenta con una generación joven que promete visibilizar
su problemática y trabajar en la reivindicación y construcción de su cultura,
que debería ser algo más que el espacio delimitado y asignado (permitido) por
el blanco: el fútbol y el candombe.
El RAP como género musical ha sido apropiado de manera
natural como herramienta expresiva por integrantes de la comunidad
afro-uruguaya. El anteriormente mencionado grupo S.A.K. (Viki Style, Fabik y Euge) son un exponente referencial para la militancia que busca
reivindicaciones tanto feministas como antirracistas. “Levántate” es el nombre
del primer álbum de este trío que comenzó su difusión en formato video-clip a
fines del 2018 para lanzar el material en formato CD a comienzos del 2019, este
es un disco que ya desde su título presenta una actitud combativa y política.
“…Nuestra voz es mestizaje / más allá del origen / pujante por la lucha del
negro y el aborigen / arrancados de sus tierras por la colonización / con sus
venas hoy abiertas aún esperan redención…”.
En
este camino hay que sumar a dos figuras jóvenes que hoy son claros
representantes del RAP con conciencia social: Vozarrón y AVR. En
conjunto han producido un video-clip llamado “Testigos de Wakanda” en el que
promocionaba la aparición (para fines del 2019) de sendos y promisorios trabajos
discográficos individuales.
El
álbum de VZRN (Vozarrón, seudónimo
de Flavio Silva) promocionado en el
video mencionado se llamará “Tempero” palabra que nos refiere al aderezo de las
comidas, pero también hace referencia al estado de la tierra húmeda sazonada
por la lluvia, ideal para la siembra y el cultivo, un tempero de conciencia.
Flavio comenta que la temática del álbum versará sobre el día a día, el
trabajo, la rutina, las frustraciones y alegrías de las personas.
“…no
te parece raro o anormal / que el hombre blanco siempre esté listo para mandar
/ te hacen creer que no hubo contribución / en la construcción de la llamada
civilización / es claro y se nota la razón hermano / porque no nos miran como
jefes pero sí como empleados…”
El
otro álbum que se menciona en la promoción será producido por AVR (seudónimo de Avaro Silva) pensado para salir también
sobre finales del 2019 y lleva por nombre “Sankofa”, interesante palabra
proveniente de la lengua Ashanti, perteneciente a la meta-etnia Akan (Ghana,
África) y que representa un concepto que se materializa en la figura de un
pájaro mítico, dibujado de perfil con los pies abiertos, o sea que se encuentra
bien parado (en el presente) con el cuello girado y la cabeza mirando hacia
atrás (prestando atención al pasado) y que en su pico lleva un huevo (portando
el futuro). Una idea extremadamente clara: para hoy construir nuestro futuro no
podemos olvidar el pasado. Avaro dice: “…Salud por los que no están y los que
están llegando / Hip Hop es infinito / te hablaré de Arrascaeta, de Pilar
Barrios / de como cultivaron dos poéticas distintas / el primero africanista el
segundo acriollado / siendo dos pilares de una gran lista / desde Nuñez, Carlos
Cardozo y Roberto Suárez / hasta incluso Julio Guadalupe y José Gares / sublime
como un cuadro de Ruben Galloza…” Aquí quedan mencionadas algunas de las
figuras más importantes de la cultura afro (Juan Julio Arrascaeta, Pilar
Barrios, Cielia Nuñez Altamiranda, Carlos Cardozo Ferreira, José Roberto
Suárez, Julio Guadalupe, Isabelino José Gares o Ruben Galloza), y por suerte en
el caso de Arrascaeta (bisabuelo de Avaro) será incluido alguno de sus poemas en
el álbum.
FICHA
DE AUDIO
1985
- De película / Rumbo - Otro tiempo
(LP)
1987
- Rap de la vaca / Los Tontos - Al
natural (LP)
1988
- Rap del gobierno / Los Tontos - Chau
jetón (LP)
1991 - Rap del INAME / Fractal - 30 años (casete)
1991 - Como me va en NY / Jazzy Mel – Jazzy Mel (LP)
1991 - Como me va en NY / Jazzy Mel – Jazzy Mel (LP)
1994
- Motín en el INAME / Los Drinkin Boys
– demo (casete)
1995
- El peyote asesino / El peyote asesino
- El peyote asesino (CD)
1998
- Pendeja / Platano Macho - The Perro
Convention (CD)
1999
- Sudacas en guerra / Sudacas en guerra
- Sudacas en guerra vol 1 (CD)
2001
- Sobreviviendo en un manicomio / El
Barragán - OesteProFunk (CD)
2015
- Arrajatá F.C / AFC - Grandes
valores del hardcore.(streaming)
2016 - Viviendo y aprendiendo / Gabriel de Mello, Franco Díaz, Gonzalo Rodríguez, Ricardo Santos, Pablo Martínez, Cristian Devotto, Miguel Sánchez, Wilfredo Olivera - Nada crece a la sombra (streaming)
2016 - Es así / Eli Almic & Dj RC - Hace que exista (streaming)
2016 - Es así / Eli Almic & Dj RC - Hace que exista (streaming)
2016
- Ni Puta Ni Santa / María Femcee - Rap feminista
anticapitalista (streaming)
2017 - My life / Kung
Fu Ombijam - Desahogo cultural (streaming)
2018
- Mis ismos / Lucía Severino & Tránsito
- Presente continuo (streaming)
2019
- S.A.K (Se Armó Kokoa) / S.A.K. – Levante
(CD)
2019
- Testigos de Wakanda / VZRN & AVR
(video)
Señalo para cerrar esta
reseña, la recomendación para aquellos que estén interesados en el tema del RAP
uruguayo, ver el reportaje-documental “Así es mi barrio. 25 años de Hip Hop en
Uruguay” que expone la versión de los artistas entrevistados.
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