TAN-CAM-PAN-TE / Nº 1
REVISTA DE POESÍA SONORA
El Pampero del Congo Boreal
Empezamos este primer número de
Tan-cam-pan-te compartiendo dos trabajos analógicos, publicados en cinta
casete, con algunos puntos en común. El primero, “Si el Pampero la acaricia” (1986)
es un trabajo colectivo, editado por el sello Ayuí / Tacuabé (A/E 53 K) que
contó con la coproducción de CEMA (Centro de Medios Audiovisuales), El mismo
fue un proyecto del colectivo Ediciones de UNO, grupo editorial que como indica
en el casete, hacía cuatro años que venían trabajando para sacar el fenómeno
poético de la esfera de libro, llevando la poesía a la presentación en vivo, la
performance multimedial con otros actores (músicos, plásticos, titiriteros,
etc.) y en este caso en particular, poner el poema en la voz de los propios
creadores. Agamenón Castrillón, Daniel Bello, Luis Bravo, Gustavo Wojciechowski,
Héctor Bardanca y Miguel Ángel Olivera,
en este orden, llevaran el discurso oral de la poesía por un camino poco
transitado en el país.
En líneas generales la escucha de la
poesía grabada venía con un molde que podría definirse como una mezcla de
sobriedad-seriedad, que se arrastra desde el discurso de la declamación teatral
y que luego sustentaría el recitado criollo, una escuela impuesta por Sarah
Bernhardt a principios del siglo XX, que cuando se hizo posible el registro de
la voz, su peculiar modulación, su forma de expresarse desde lo sonoro, marcó
un sello en la escucha de lo poético. Esta impronta declamativa llevada
adelante por actores profesionales, comienza a ser suplantada en los 60´s por
la voz de los propios autores, quienes comienzan a hacerse cargo del espacio
sonoro para sus textos, es aquí que aparece una inflexión en el decir, (dejando
de lado la interpretación y la declamación voco-gesticular del recitador
profesional), la nueva escucha que proveniente de la recitación de los propios
escritores, se mueve hacia un registro más plano, monocorde, alejado de
sobresaltos y entonaciones melodramáticas, que ya escucharemos apenas en las cada
vez menos interpretaciones de los actores de teatro o de los recitadores
criollos. Ahora el poeta busca apenas una lectura mimética a la escritura, es sólo
darle un poco de volumen a la lectura silenciosa, interna, que resuena apenas
perceptible cuando nosotros lectores, nos enfrentamos a un texto.
Otro fenómeno a tener en cuenta en
el país, es el incremento de la poesía cantada entre las décadas del 60 y 80,
que ya veremos en otro número y del que ha escrito un voluminoso trabajo María
L. Figueredo: Poesía y musicalización popular, selección y recepción del texto
poético en forma musicalizada: el caso uruguayo, 1960-85. Publicado por la
Biblioteca Nacional de Canadá en 1999.
Claro que hubieron excepciones a la regla, una camaleónica Berta Singerman
sorprendiendo al público del sacrosanto teatro, con declamaciones de pregones
callejeros o poetas futuristas. O más acá en el tiempo, en los 70´s a un Leo
Antúnez recitando acompañado de bandas de rock progresivo, Amanda Berenguer y sus malabarismos vocales en Dicciones o algunas puestas en
voz del actor Julio Calcagno, pero esas son rarezas que ya veremos en otro
momento.
Ya entrado los 80´s, la escucha poética
mantenía esos ecos de seriedad que reverberaban de las voces de un Fernando
Pereda, Carlos Brandy, Saúl Ibargoyen Islas, Liber Falco, o una Circe Maia o Nancy
Bacelo. Voces que desde los 70´s cimentaban un molde completamente alejado de
las primitivas poéticas orales entonados por trovadores ambulantes o de los ritos
chamánicos primarios.
Los 80´s entran proponiendo una
escucha mesurada, tanto en la voz sola del poeta, o acompañado ocasionalmente
por un músico, haciendo del poema musicado una extensión de la mimetización del
texto escrito.
“Si el Pampero la acaricia” marca un
interesante mojón, en esta línea imaginaria de la escucha. Uno de los puntos a
tener en cuenta es que hasta esta fecha no eran frecuentes los trabajos
discográficos de poesía colectivos, al menos desde el punto de escucha, no
resultaba común que se conformara un colectivo de autores y que los mismos
pusieran en voz sus textos.
Los 80´s son años interesantes,
retorna el sistema democrático entre los últimos coletazos de autoritarismo, el
rock retoma nuevamente un lugar preponderante en el gusto juvenil (y en e
mercado), la contra cultura New Age y el Punk, la electrónica, el abuso de las
drogas son parte de ese seudo “destape” que nos llega un poco tarde, y esa
postura de desenfado y de ir contra el establishment, marca también este
trabajo.
La otra obra que señalamos y compartimos
en este número, es un casete autoría de uno de los participantes del “Si el
Pampero la acaricia” me refiero a Héctor
Bardanca y su trabajo “El último capítulo de la historia del mundo” lanzado en
1993 por el sello Perro Andaluz (060). Y si bien esta obra se presenta bajo el
nombre de Bardanca (autor de los textos y productor del álbum), hay que escucharlo como un trabajo colectivo.
Esta forma de trabajar ya la podemos ver en su participación del “Si el
Pampero...” cuando invita al cuarteto Asamblea Ordinaria, a Jorge Lazaroff o a
Linng Cardozo. En esta oportunidad Bardanca presenta un verdadero combo, desde
los tour de force en las voces de los
niños Santiago Bardanca y Valentina Garín, los dúos con Víctor Guichón, o Luis
Bravo, las presencias extraordinarias en solitario de Lalo Barrubia y de Marosa
Di Giorgio, (esta última leyendo a primer
toma un texto del alter ego de Bardanca: Ana Cheveski, y mientras recita puede escucharse de fondo
un cascabeleo, apenas perceptible de sus numerosas pulseras, sacudidas cuando acompañaba
la lectura con sus característicos gestos de las manos) y tan sólo una brillantísima
puesta en voz de Bardanca en solitario. Y si bien esta revista se acota a la
poesía sonora, vale la mención de que también sobre audios de “El último
capítulo...” Bardanca editó un VHS con los videos Last Whoman, Congo Boreal y
El hombre desnudo, que se pueden consultar en:
Ambos casetes editados entre el 86 y
93, marcaron claramente una nueva manera de decir la poesía, entre collages
sonoros (Claraboya sos la luna), lecturas simultáneas (Congo Boreal),
performances vocales (Poesía sádico-anal) la interpelación directa al oyente (“Poema
sobre el poema que IVA (inclído) en este fonograma”, o “: atención,
atención...”) la recurrencia al poema musicado de corte ciudadano (“Camarine”,
“Suburbianera ronca”) o de corte más experimental (El hombre desnudo).
La selección que presentamos
pretende recuperar aquella escucha de quiebre de finales de los ochenta en el
Uruguay, un periodo en el que se buscó recuperar aquel impulso de la
neo-vanguardia de los 60´s, que fue silenciada, (como tantas otras expresiones)
por el golpe de estado y la subsiguiente dictadura, sin olvidar que la urgencia
política de resistencia social más que pedir, exigía el uso de lenguajes más
“comunicantes” o tal vez más sencillos y directos.
El Pampero del Congo Boreal
Intro Tan – cam – pan – te
Camarine – Daniel Bello &
Benjamín Medina (SEPLA)
El verdugo pródigo – Héctor Bardanca
(SEPLA)
Suburbianera ronca – Miguel Ánge
Olivera & Baudillo Bello (SEPLA)
Oración para el dios macho – Marosa
Di Giorgio (EÚCDLHDM)
Furia Sudamericana – Héctor Bardanca & Víctor
Guichón (EÚCDLHDM)
La escucha completa de los trabajos
se puede realizar en:
Si el Pampero a acaricia – https://archive.org/details/SiElPamperoLaAcaricia
El último capítulo de la historia del mundo - https://archive.org/details/ElUltimoCapituloDeLaHistoriaDelMundo
Un streaming de apropiación indebida y arqueología azarosa ideado
compaginado y editado por Juan Angel
Italiano en el labOratorio – Madonado
Mayo 2017
Breve reseña del fonograma como
publicación periódica de poesía
Desde que en Francia Henri Chopin en 1963 convirtió su magazín Cinquième
Saison en Ou – Revue disque, vimos
como el registro discográfico se convirtió a la sazón en una publicación
periódica, cuando comenzó a incluir junto a la publicación impresa un disco. En
Italia encontramos en 1979 a
Adriano Spatola y su revista Baobab –
Informazione fonetiche di poesía, publicada en formato casete, y mas tarde
continuaría Enzo Minarelli con la serie de publicaciones de 3Vitre, con discos simples y elepés. En
los Estados Unidos aparecieron la revista Alcheringa
– ethnopoetics, que a partir de su número dos en 1971 comenzó a incluir
flexidisc en la publicación impresa, luego encontramos en formato casete los
magazines VEC audio exchange,
coordinado por Rod Summer en 1978, y Tellus
- the audio-cassette magazine de
1983 editado por Joseph Nechvatal. El magazine canadiense Musicworks, a partir de la dirección de Tina Pearson en su número
23 (1983) comienza a incluir un casete con la revista. En Brasil en el año 1979
se da una unión entre Estúdio OM y Nomuque Edições, realizando varias ediciones
periódicas de poesía en formato casete: Balalaika
de ese año y ARTERIV de 1980. En
Uruguay una experiencia similar ocurriría cuando algunas editoriales de libros,
deciden incluir discos en su catálogo, como forma de expandir el registro
poético fuera del libro. La editorial Alfa sería la primera en incluir este formato, en 1960 edita el disco que abrirá la colección "Poemas de la oficina" de Mario Benedetti. Dos años más tarde Sarandy Cabrera fundaría el sello editor Carumbé y en el
año 1962 alcanzaría a editar algunos discos simples, luego la editorial Arca,
en 1968 sacaría el sello discográfico Voces del Arca. Todos proyectos de corta
duración, que si bien publicaron discos de poesía, no pensaron en el soporte sonoro
como una publicación periódica. Recién en el año 1998 la revista Posdata, junto
con el SODRE y el Museo de la palabra sacan la colección de casetes llamada Los 20 grandes de la literatura uruguaya,
una edición realizada a partir de el acervo histórico del Museo de la palabra.
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