lunes, 3 de junio de 2024

TAN-CM-PAN-TE n°24 / El archivo sonoro / Los efímera



EL ARCHIVO SONORO (¿Patrimonio sonoro?)

Lo sonoro pensado como objeto de estudio, análisis y resguardo, es una materia que está en pleno desarrollo. Más allá de delimitar y razonar una taxidermia que se presenta bastante compleja, que nos permita clasificar y estudiar los materiales en cuestión, parece urgente o al menos perentorio, establecer estrategias para preservar, archivar y accesibilizar dichas sonoridades.

Si bien la musicología como disciplina científica se ha desarrollado de maneras diferentes según las diversas tradiciones nacionales, lleva la delantera a la hora de establecer pautas para el archivo de los materiales de su estudio.

El universo literario todavía hoy en día parece mantener un conflicto insalvable a la hora de hablar de la oralidad y más aún, de los soportes que adopta la misma en el momento de transmitirse.

Estos dos campos, evidentemente extensos, no incluyen un área poco visibilizada como material de estudio, que es el análisis y preservación de las sonoridades efímera. Acá seguimos la línea propuesta por la bibliotecóloga inglesa Cris E. Makepeace para el uso de dicha palabra: “Efímera: término entendido como plural neutro que hace referencia a todo este tipo de materiales efímeros tomados en conjunto.”[1] Esto, por supuesto hace referencia a la palabra inglesa “ephemera”, neutro plural del calificativo latino “efimerus”. Los efímera son entonces materiales de breve duración y aparecen generalmente  en función de un evento o una circunstancia determinada.

¿Qué entraría dentro del campo de las sonoridades efímera? Pienso en primer lugar en publicidades, transmitidas por radio, televisión, cine, altoparlantes, en el caso de pautas elaboradas. Pero también habría que pensar en las publicidades improvisadas voceadas por feriantes, vendedores ambulantes, que también conforman parte del paisaje sonoro urbano que nos rodea. Las señales sonoras que ordenan las filas y turnos en hospitales o aeropuertos, señales que indican la hora, timbres de alarmas de relojes, a cuerda, eléctricos o digitales. El tañido de campanas en la iglesia, directas o grabadas y transmitidas desde altoparlantes. Una multiplicidad de sonidos característicos y específicos de pequeñas localidades o extensos conglomerados, que ofician como marcadores tanto geográficos y temporales.

Ante la falta clara de un método unificado de preservación y almacenaje  de dichas sonoridades, propongo su resguardo y generar redes que permitan compartimentarlos y compartirlos a la espera de futuras investigaciones sobre la materia.

  

Sonoridades efímera: publicidades comerciales & jingles políticos de 1982 / 83

 

Pequeña colección de dubplats comprados en la feria dominguera de Tristán Narvaja, mal estibados, en un cajón de verduras, junto a otros discos simples comerciales. Entre la cantidad de vinilos desordenados, destacaban fácilmente por los visibles y brillantes bordes de los platos de aluminio. En su mayoría están recubiertos por laca o nitrocelulosa rojo-oscura y los menos, por una color naranja.

Según se desprende de escrituras manuscritas en las etiquetas, podrían haber pertenecido a diversas discotecas radiales: CX 8, CX 16, CX 22, CX 30 y CX 50.

Algunos fueron registrados en estudios profesionales de ediciones fonográficas: La Batuta o Mallarini Producciones. Otros fueron realizados en la “Sección Grabaciones” de la radio El Espectador / Libertad Sport.

Los discos de La Batuta son más pesados, debido a un mayor recubrimiento, lo que les otorgaba una mayor durabilidad.

Los reproductores de discos de las radios AM eran por lo general equipos preparados para un uso continuo, por lo que suponían una mayor rusticidad. Las púas de las pastillas estaban pensadas para tener un training forzado y por ello, no resultaban amigables para el cuidado de los discos.

Estos dubplat, fueron concebidos como material efímero y tenían una vida útil corta. El propio desgaste por su uso y la misma fragilidad del soporte en su cotidiano trasiego de la bandeja a la estiba, los hacían materiales de poca duración.

Este tipo de discos dubplat (de entre 8 y 7 ½ pulgadas de diámetro) grabados a 78 r.p.m., tenían por lo general un solo audio de entre 30” y 10” y que se repetía varias veces por lado, en ambas caras del disco. El operador de la transmisión comenzaba usando siempre el primer track de una de las caras. Cuando la calidad sonora de la misma disminuía (por su uso) se comenzaba a usar el siguiente track, repitiendo la operación en ambas caras del disco.  Cuando el track perdía la calidad para ser trasmitido, el operador colocaba una cinta adhesiva sobre dicho track o lo rayaba de forma visible para inutilizarlo. En algunos de los escaneos puede apreciarse esta práctica.

La experticia de los operadores llegaba a también reparar transitoriamente el cascado del recubrimiento nitrocelulósico o la pérdida del mismo, debido por lo general a algún golpe, producto del mal manejo que se hacía sobre los mismos. La cinta adhesiva era usada en este caso para sujetar las partes despegadas de la laca, para así detener transitoriamente el descascarado de la misma.

En las propagandas suelen aparecer pequeñas variaciones en el texto, por ejemplo cuando se trata de actos eleccionarios, vemos variaciones en el transcurso de las fechas.

En otras oportunidades los discos tenían de cada lado versiones diferentes de la misma publicidad, siendo una más corta y otra más extendida.

Podemos suponer que esta pequeña colección pertenece en su mayoría al año: 1982.

La publicidad bastante deteriorada del vino de Los Cerros de San Juan nos dice: “(…) reserva 82”. El jingle político, habla de la lista nacionalista “ACF”, curiosa denominación de letras que la Dictadura le impuso a los partidos habilitados para las elecciones internas llevadas a cabo en noviembre de 1982. Esto fue realizado por la Dictadura con la intención de refundar la vieja tradición en que las listas políticas se identificaban con números.

Las publicidades que hacen referencia a las elecciones en el sanatorio Casa de Galicia, llevan una fecha manuscrita: 19 / 5 / 83.

Estos dubplat atesoran una sonoridad efímera, de un pasado cotidiano, en el que la vida de los uruguayos se cruzaba con estos paisajes sonoros, que subrepticiamente se desplazaban por las ondas radiales hasta nuestros ambientes particulares y que cuentan historias de ese momento pasado.

 

 



[1] Makepeace, C. (1985). Ephemera: A book on its collections, conservation and use.


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